Como parte de un experimento social, un grupo de jóvenes salieron a las calles a regalar café oaxaqueño, pero con un simple truco.
Un par de vasos tenían el logo de STARBUKS y los otros no.
Sorprendentemente, la gente tomó, casi en su mayoría, los vasos con el logo de STARBUCKS, aun cuando ambas presentaciones tenían el mismo café. Lo que llevó a la terrible conclusión de que la gente no compra café, si no status, que es esa cosita que te hace ser un completo farol, aun cuando no tienes ni para el metro.